1. 

Si obtienes tres sí en las siguientes preguntas, felicitaciones, tu vestido ha superado el primer filtro:
–  ¿Está en perfecto estado?
–  ¿Tiene máximo tres años desde el día que lo usaste en tu matrimonio?
–  ¿Tiene la firma de un diseñador o de una marca especializada en vestidos de novia?

2. 

Diligencia con mucho cuidado el formulario que encontrarás al final de esta información. En él hay un paso súper importante: LAS FOTOS de tu vestido. Te pedimos máximo diez. ¡Elige las mejores que te tomó el fotógrafo de tu matri! Ojalá en formato vertical. Las que sean 10/10 en calidad, en planos; que muestren bien el vestido por delante, por detrás, sus detalles.

EVITA, POR FAVOR: recortarlas, intervenirlas con marcas de agua o emoticones, adjuntar pantallazos de WhatsApp. Estas postulaciones las descartaremos de inmediato.

¿Por qué son claves las fotos?
#1: porque nos ayudarán a hacernos una idea de tu vestido y a tomar una decisión.

#2: porque, en caso de que tu vestido sea seleccionado, esas imágenes que nos compartas estarán en el catálogo digital que verán las novias asistentes al evento. La fórmula es sencilla: buenas fotos = más posibilidades de venta.

3. 

Otra pregunta clave que encontrarás en el formulario: el precio.

Para este punto, dos peticiones: sé honesta, sé realista. Sé honesta con el valor real de tu vestido de novia cuando lo compraste, es un acto de confianza y nos parece muy triste cuando nos mienten, a veces nos damos cuenta a tiempo, a veces no, pero la verdad siempre llega. Sé realista con el valor que esperas recibir por su venta.

Dos datos, para orientarte:

1. Usualmente los vestidos usados se venden con un descuento entre el 40% y el 60% del precio original (dependiendo de variables como el año en el que se compró, en el que se usó, el estado, la marca, entre otros). Recuerda, el vestido ya lo pagaste, no se trata de perderle sino de intentar recuperar algo de la inversión. La competencia siempre será un vestido nuevo. No imponemos valores, sugerimos que sea lo más comercial posible.

2. Ten presente que si tu vestido es elegido y lo compran en el evento, cobraremos una comisión sobre el valor de venta final (ejemplo en el punto 5).

*Es decir, el precio de venta no es lo que vas a recibir si lo vendemos. A este debes restarle nuestra comisión.

4. 

¿De cuánto es la comisión? Seguro ya te estabas haciendo esta pregunta. Es del 35%. Un porcentaje por intermediación que consideramos justo. Este es un trabajo que implica tiempo, dedicación y mucho corazón. Buscar un lugar, conformar un equipo, comunicar de forma clara y oportuna, buscar aliados, invertir en publicidad y en un montaje. Hacer todo lo posible porque en cuatro días sean muchas las novias felices que coincidan en un vestido.

5. 

Un ejemplo sencillo, para entender mejor los dos puntos anteriores. Si tu vestido nuevo te costó $5.000.000, y en Ojalá lo vendieras en $3.500.000. De este valor, el 35% ($1.225.000) será nuestra comisión. Recibirás, entonces, $2.275.000.

6. 

Si tu vestido es elegido para estar en el evento, deberás firmar un contrato, que en su momento te compartiremos, y pagar una inscripción de $70.000. Los detalles de este proceso te los daríamos más adelante.

PD: si tu vestido nos acompañó en la última edición de Ojalá (Vol.11), en Medellín, en noviembre de 2024, la inscripción va por cuenta de la casa.

7. 

Si tu vestido cumple con todas las condiciones para estar en el evento y vives en Bogotá y sus alrededores, podrás entregarlo personalmente o enviarlo con alguien de confianza al lugar del evento. Si vives en otra ciudad, deberás hacernos llegar el vestido y asumir los costos del envío.

¿Estado de entrega del vestido? Limpio, por supuesto; sin forro ni ganchos, preferiblemente.